En el baño de mujeres

Esto pasó hace casi un año, cuando fui a una fiesta en el Salón 21, tocaba un DJ que me gusta mucho, Timo Maas y casi no había gente, de hecho, habría unas 100 personas, lo cual para el Salón 21 era un desierto. Mi novio no pudo ir conmigo y yo ya tenía apartado mi boleto, así que me fui sola, ya qué.

Total que después de que tocara el DJ que yo quería ver, ya me iba, pues al día siguiente tenía que trabajar y además, la cosa estaba medio aburrida por lo vacío que estaba y antes de irme, pasé al baño. Los baños del Salón 21 son enormes y ese día, sólo estaba la señora de la limpieza bien dormida entre dos sillas.

Apenas iba yo entrando cuando entró atrás de mí una chava como de mi edad, unos 24 años, iba bien servida…, apenas y podía caminar, guapita, faldita corta, botas altas, bastante fashion la chava, de esas chavas que te dan envidia porque tienen el cuerpo para ponerse lo que se les dé la gana. Como no podía ni caminar, le ayudé a llegar al baño, a uno de los de discapacitados que se encuentran hasta el fondo, para que al menos, la pobre se pudiera agarrar del barrote y tuviera espacio suficiente.

Total, yo entré al baño, salí, me lavé las manos, me arreglé el maquillaje y me extrañó que la chava todavía no saliera del baño, así que me preocupé y le fui a tocar y le pregunté “¿estás bien?” y ella me contestó “sí, es que no me puedo abrochar el body”, entonces le dije “¿quieres que te ayude?”, a lo que ella respondió “sí, creo que sí…, estoy bien peda” y soltó la carcajada; le contesté riendo también “sí, ya me di cuenta que estás bien peda”. Total que abrí, pues ni seguro le había puesto y entré y vi a esta niña, bien abierta de piernas, sentada encima de la tapa del wc, con el body desabrochado; debo aclararles a los hombres que los bodys son como una camiseta, pero que se abrocha en la entrepierna.

En fin, le dije “¿estás segura que quieres que te ayude?” y me respondió “sí, llevo 10 minutos y ¡nomás no me atino!”, entonces le comenté “sí, con tremenda peda, mientras no me guacarees encima, ni pedo” y me arrodillé en el piso, le tomé los extremos del body para abrochárselo y ¡¡sorpresa!!, la chica no traía calzones, así que le pregunté “¿y tus calzones?” y me dijo “no uso cuando me pongo body, porque nomás se marcan y el body son como chones” y la verdad, yo me puse bien nerviosa, la chava traía todo su coñito depiladito, como bebé.

Tragué saliva y comencé a abrochárselo, cuando la niña soltó un “ay” y toda asustada le pregunté “¿te lastimé?, ¡¡perdón!!” y me dijo “es que se siente rico, perdón”; la verdad me quedé de a seis, pero la niña estaba peda y cachonda y la verdad, una tampoco es de palo. Con lo nerviosa que me puso, no podía yo abrocharle el body tampoco y noté que ella se empezaba a mojar, así que le dije “definitivamente sientes rico, mira cómo te estás mojando” y con toda la negra intención del mundo le tomé tantita humedad con el dedo y se lo enseñé diciéndole “¡mira!” y ella me contestó, con el cinismo que te da la peda, “pues ¿qué querías?, estoy con las patas abiertas y tú metiéndome mano en la panocha…”, eso me dio risa y mientras sonreía, le empecé a frotar su entradita…

La niña cerró los ojos y abrió más las piernas, yo me mojé mucho y empecé a meterle los dedos… y le dije “ahorita te bajo la peda”, por lo que le bajé el tirante del body y le dejé una teta al aire…; ella las tenía chiquitas, pero muy bonitas, firmes y mientras que con una mano le sobaba una teta, con la otra le metía dos dedos. La chava se retorcía y yo le decía que no gimiera tanto, que iba a despertar a la señora de limpieza.

No pude resistir más y empecé a chuparle un pezón…, ella se mojó todavía más y yo le metí un dedo más, entonces la chava intentó agarrarme una teta a mí, pero la verdad no la dejé mucho, pues con lo mojada que estaba, me dieron ganas de lamerla.

Así que me volví a poner otra vez de rodillas en el piso, su coñito rasuradito por completo estaba empapado y empecé a lamerle muy despacito su clítoris, la chava se volvió a retorcer y le metí dos dedos al tiempo que la lamía…, ella no tardó nada en venirse…, estaba escurriendo y me apretó como loca los dedos en su vagina.

Se quedó jadeando… y yo le dije “bueno, creo que ya se te bajó la peda”, luego salí, me lavé la cara y me fui. Nunca supe ni cómo se llamaba la chava, pero yo llegué a mi casa, desperté a mi novio y le di la cogida del año, pero nunca le dije lo qué había hecho.
Chicas, si les gustó mi relato, escríbanme, sólo mujeres, ni hombres ni parejas, la verdad quiero volver a estar con una chava, mi novio no sabe nada ni sabrá.